domingo, 12 de agosto de 2007

Cacería Cítrica

...Los viejos suicidas se recuerdan empotrados contra una sábana vacía, todo el cielo crepita en sus pupilas, un último sorbo y nosotros ardíamos de fe. Nos gritaban que mordiéramos, que mordiéramos donde aún exuden los ecos húmedos de la cacería y que mordiéramos hasta romper con la primera sangre, la única.


Asecho la ventana, veo las hebras rumiando en la terraza, las viejas parteras vigilan el fogón, un roce de piedra en mi talón herido y el hálito de sus crías bajo el neón de la misma calle donde siempre hay cazadores arrastrando los testículos entre los dientes.

-Nunca olvidas el sabor de las fauces encarnadas al dogal, nunca la pústula de vino abandonada entre la sábana y el belfo del que esta vez se ensañaba a tus hombros antes de ofrendarte su sonrisa de plebeyo, embestirte hasta parir y otra vez arrodillarse balbuceando su plegaria y eyacular todo, todo su veneno.-

*otra vez la imagen es del maldito Munch y el texto es un pedazo de Aikainik.

2 comentarios:

Colectivo Mutantes Clandestinos dijo...

patafisico,...noas ha llegado la hora. imprime y fotocopia,......yo los pinto. los colgamos del cordel con perros de ropa,...afuera de la facultad.

Lisbanluna dijo...

Con censuras es esto,
un beso demonio...