martes, 13 de noviembre de 2007

Vulgo ciego


No solo de metal vive la fémina rumiaste al rasguñar las teclas, y yo me dilaté intentado prescindir de eso último y quizás así no pensar en el metal de las féminas, no babear más por el tajo, no prescindir del escalofrió, no caer en la cuenta de que lo fálico más bien es como una cuchara sin filo ideal para desollar a todas estas parvadas anarbaptistas, de pseudopófagos, ninforealistas, neohachisinos, ratitas burguesas (o si que disfrutaba esa alusión rumiando en mi oreja erecta), enanos con el culo retraído por eso de las lupas y el calidoscopio que vaciamos la otra noche; los maravillosos ebrios que nos enseñaban la luz mordiéndoles bajo la sotana, las intra (infra por el vulcanismo) uterinas alegóricas rancias del definitivo sol negro, el menorréico, el que destaja del fondo visual al akárido azul que canta en mi ventana, la luna de Hiroshima, el poeta ensimismado en las delicadas viseras de aquella niña pintarrajeada, el lunar que nunca pudiste sacarme, los ronroneos en medio de perras o perros o hermafroditas borrosos por el fuego del bar de turno. Eso...pretendía no detenerme en el filo de la fémina, pero el escalofrío es más fuerte y la reiteración de la misma palabra es siempre peor, como si cada vez que repites un nombre este pierda su sentido que finalmente nunca tuvo, ni su patrañita de soltar unas lágrimas, químicamente más cercanas al sulfuro que al sodio, sadomasoquístamente más cercano a un suicidio interruptis o a la primera arcada de mañana, zoroástricamente más cercano a las palomas que hoy quisiera astillar en mi puño, metafísicamente más especular a la primera imagen que vez cuando resucitas, y esto es ineluctable: una fosa láctea infinita, llena de suspiros y crujires de parturienta que camina por la calle de su cada día mas licuada ciudad y lo unico que ve bajo la grita de su planta es una imagén dudosamente impresa y !maldicón de los cantares!, es La Mujer Rota de la Frida, y entonces obviamente no puedes hacer nada sino ponertela en tu frente y seguir caminando y pensando que no sólo de féminas vive el metal.

Dije el filo del metal?...eso encarna también el filo de una fémina....Bola de Nieve acude a completar la frase de Nolly, mi compañera de infierno y siempre otra grieta al fondo de si misma.
N del E:obviamente no me hago cargo de los escriba el cretino éste.