sábado, 6 de octubre de 2007

sobre peripecias....

Insisto con la pesadilla de Turner, insisto con la pesadilla, más bien con un kalfu pewma, ó mejor con la idea colectiva de la reclusión psiquíatrica, la poesía, el cuento de los espejos destilados, la calladura. Es una mañana de estas, la niebla trasluce un sinuoso fondo amarillo de flores de espino, en el rio, casi el delta, vislumbro y escucho las sirenas de los botes, significa que pronto amanecerá y y que la claridad no obedece a la presencia de alguna luna, menos a una enquistada en nuestras frentes. Amanece y yo me quedo con este gustillo a veneno, a excusa, casi a un parto sin dolor. De la noche, y de mis vidas, me quedan demasiados rumores, demasiadas esperas, demasiadas cicatrices no expuestas, demasiadas invocaciones en vano, me quedan los milicos, por allá en mis primeros años, me quedan parajes como quintero, San Migel, la esquina de Libertad Con Esperanza, donde según recuerdan las crónicas mi ancestro intentó orgaizar alguna resistencia para el día de la hecatombe, me quedan los aromos de invierno, me queda algo de la Habana y Sancti espíritu, digamos los laberintos, me quedan sabores a bocas ya lejanas, también asechanzas y juicios. Me queda la última semana y su vértigo entre la intución de la luz, los orfeos, los Kerouac, los Claudio, las Anais, las... (¿decir es enmascarar?), me queda también este súbito arranque de inocencia , un rapto de conciencia, como decías por esos años, me quedan esos viejos poemas, los que sobrevivieron a las sucesivas quemas de cuadernos, los viajes a solas, como ese por el desierto argentino que nunca olvidaremos, me refiero a los que habitamos en estas manos (" las manos furiosamente eternas desetierran un manatial de sombrías voces ") Si, también eso: era un poemita que se llamó Felinos por aquel entonces, quizás un epitafio a las postreras conductas amatorias, especialmente las de los gatos heridos que tardan un tiemo en recuperar su locura, su suicidio escénico. ¿Sería.?. He enumerado algunas listas, reconstruido....¿pero qué?

2 comentarios:

Pájaro Verde dijo...

Lo importante es que las cosas quedan y jamás desaparecen, sólo cambian. Y (tristemente) nos damos cuenta que ya no importamos para quien se empeña en desaparecer.

A veces pienso que la imagen que logré captar fue tan ínfima, que este señor que escribe (y a quien le comento) ya no tiene rostro reconocible.

Sólo se queda en sí.

?
Espero que no.

alekos dijo...

dani....no existen respuestas posibles, ahora solo puedo decirte que estoy abreumado por la fecha.
¿mirar lo ajeno?